Cuando Jesús estaba en la tierra, Él hizo muchos milagros. Sanó a los enfermos, revivió a los muertos, e hizo mucho más. De igual manera, hoy en día nosotros podemos recibir milagros de Dios. Todos pasamos por situaciones difíciles, pero Dios está ahí para darte lo que necesitas, e incluso lo que simplemente tienes el deseo de recibir (siempre y cuando esto no interfiera con la voluntad perfecta de Dios para tu vida). En fin, si necesitas un milagro, Él te lo puede dar. Si deseas saber cómo recibir dicho milagro, lea el siguiente pasaje, y de ahí analizaremos algunos puntos importantes para que puedas recibir el milagro que necesitas.