"En el principio, Dios creó los cielos y la Tierra" (Génesis 1:1), y también creó al hombre a su imágen. En aquel tiempo, el hombre aún no se había contaminado con el pecado. Sin embargo, un día llegó la serpiente (Satanás) y tentó a Eva para que cometiera el primer pecado, y desde entonces todos los seres humanos estamos contaminados con el pecado.
Nuestro Señor es un Dios santo, y el pecado nos aparta de Él. De hecho, Él dijo que el alma que pecara moriría (Ezequiel 18:4). El pecado es un crimen que se paga con la muerte. Desafortunadamente, todos merecemos este castigo, ya que todos hemos pecado (Romanos 3:23). La buena noticia, sin embargo, es que ya alguien pagó por nosotros.
Hace dos mil años, Cristo vino a la Tierra y se hizo hombre. Vivió una vida perfecta; no cometió ningún pecado. Muchas personas lo odiaban y quisieron matarlo. Él podría haber escapado de la muerte de haberlo querido, mas prefirió morir. Él dio cada gota de su sangre para pagar la deuda que ningún ser humano podía. Por esto no hay condenación para los que están en Cristo (Romanos 8:1).
Si deseas recibir la salvación de Dios, puedes hacerlo fácilmente. Solo debes hacer la oración que leerás a continuación.
Señor Jesús, reconozco que soy un pecador. Te he fallado de muchas formas, y te pido perdón por eso. Te pido que perdones cado uno de los pecados que he cometido hasta ahora, y también te pido que entres a mi corazón, y me guíes para poder servirte bien. Te reconozco como mi único Salvador. Amén.
Si has hecho esta oración, te doy la bienvenida a la familia de Dios, y quiero pedirte que nos avises de esa decisión. Por favor haga clic AQUÍ y escriba un mensaje diciendo que hiciste esta oración aceptando a Cristo.