¿Te has dado cuenta de que la Biblia está dividida en dos secciones? Tenemos el Antiguo Testamento, y el Nuevo Testamento. Hay una razón muy importante para esa división, y no es solamente para marcar una división de época. Hace miles de años, Dios hizo un pacto con el pueblo de Israel, después de sacarlos de Egipto. Él les dejó una serie de leyes que ellos tenían que seguir. Sin embargo, Él prometió que haría un nuevo pacto. Jeremías 31:31-32 dice lo siguiente: "Vienen días afirma el Señor en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá. No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo afirma el Señor." NVI. Pero entonces, ¿qué sucede con el antiguo pacto que hizo Dios con Israel? ¿Será que la podemos seguir implementando en nuestra vida diaria? Siga leyendo y te darás cuenta de lo que dice la Biblia al respecto.
CUANDO SE HACE ALGO NUEVO, LO ANTERIOR QUEDA DESACTUALIZADO
Quiero que entiendan esto en el buen sentido. No quiero decir que lo que está en el Antiguo Testamento se debe ignorar. Jamás diría algo así. Pero al referirse a dos pactos, hay que entender que no se pueden usar los dos simultáneamente. Tenemos el ejemplo de los tratados de libre comercio. Si dos países hacen un tratado, éste queda vigente hasta que se haga un nuevo tratado. En ese caso, el primero ya no se usará más; era del antiguo tratado. Otro ejemplo es el de los testamentos. Si una persona hace un testamento, pero al pasar los años decide hacer uno nuevo, el más reciente es el que se va a usar cuando esa persona muere.
Al igual que un tratado de libre comercio y un testamento, el pacto de Dios con los hombres cambió. Si bien es cierto que hay aspectos parecidos, también es cierto que hay aspectos diferentes. Aún está prohibido matar, robar, y otras cosas así. Sin embargo, no todo quedó igual. Ya no tenemos que hacer sacrificios, sino que Jesús ya hizo el gran sacrificio para nosotros. No tenemos que guardar un día de reposo, ya que Dios nos da un reposo continuo (lo cual se ve en Hebreos 3, y en Mateo 11:28-29). Hebreos 8:13 dice, hablando de los dos pactos, lo siguiente: "Al llamar nuevo a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer."
HAY UN NUEVO SACERDOCIO
Es importante tomar en cuenta el sacerdocio nuevo que se menciona en el libro de Hebreos. En el capítulo 5 encontramos lo siguiente: "Todo sumo sacerdote es escogido de entre los hombres. Él mismo es nombrado para representar a su pueblo ante Dios, y ofrecer dones y sacrificios por los pecados… Nadie ocupa ese cargo por iniciativa propia; más bien, lo ocupa el que es llamado por Dios, como sucedió con Aarón. Tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino que Dios le dijo: Tú eres mi Hijo; hoy mismo te he engendrado. Y en otro pasaje dice: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec" (Hebreos 5:1, 4-6 NVI). Antes, los sacerdotes eran descendientes de Aarón, quien era Levita. Sin embargo, el libro de Hebreos nos habla de que Jesús es ahora nuestro Sumo Sacerdote. Él no era Levita, sino que nació del tribu de Judá. Según la ley de Moisés, ningún hombre del tribu de Judá podía ejercer el sacerdocio, sino solamente los Levitas que descendieron de Aarón. Este cambio por sí solo indica un cambio de pactos.
Con esto debemos entender algo más también. Si Jesús es el Sumo Sacerdote, ¿quiénes son los demás sacerdotes? El sumo sacerdote es el más alto. Pero para eso se necesita que haya otros. Si queremos encontrar la respuesta de quiénes son los demás, tenemos que ver lo que dice 1 Pedro 2:9, lo cual dice lo siguiente: "Pero ustedes son linaje escogido, REAL SACERDOCIO, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable." NVI. Eso significa que nosotros, los hijos de Dios, somos sus sacerdotes. Ya el sacerdocio no depende de ningún linaje, como antes. Ahora para ser sacerdote debemos seguir a Dios y ser salvos.
CON EL NUEVO SACERDOCIO, HAY UN CAMBIO DE LEY
Esto no lo digo yo, sino que lo dice la Biblia. Y también lo dice el sentido común. Simplemente hay que analizar varios detalles. Pero primero, quiero que vean la prueba bíblica. "Si hubiera sido posible alcanzar la perfección mediante el sacerdocio levítico (pues bajo éste se le dio la ley al pueblo), ¿qué necesidad había de que más adelante surgiera otro sacerdote, según el orden de Melquisedec y no según el de Aarón? Porque cuando cambia el sacerdocio, también tiene que cambiarse la ley" (Hebreos 7:11-12, NVI). Ahora que ya vimos eso, procederé a explicar el porqué. Para la ley de Moisés, se requería el sacerdocio levítico. En el versículo que acabamos de leer, dice que la ley fue dada bajo ese sacerdocio. La ley ordenaba hacer sacrificios, hacer purificaciones, y mucho más, y para eso se tenía que presentar ante un sacerdote, y éste tenía que ser descendiente de Aarón.
Ahora, si ya no estamos bajo el sacerdocio levítico, es imposible seguir la ley de Moisés. La podríamos seguir en partes, pero no se puede cumplir la parte que trata con sacerdotes. Pero entonces quizás algunos dirán, "Pero si la ley cambió, ¿entonces ahora ya no es pecado matar o robar, si eran parte de la ley de Moisés?" Para responder a esa pregunta, les daré un ejemplo. En todos los países que conozco, matar es un delito. Pero entonces, si la ley de Estados Unidos y la de Inglaterra tienen esa misma ley de no matar, ¿significa que es la misma ley? ¡De ninguna manera! Los dos sistemas de leyes tienen similitudes, pero son sistemas diferentes.
Un aspecto muy interesante del nuevo pacto de Dios con los hombres es que ni siquiera tenemos una "ley" exactamente. Esto podría sonar un poco confuso, pero seguidamente vas a ver lo que dice la Biblia al respecto: "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas, NO HAY LEY" (Gálatas 5:22-23, NVI). Sé que esto puede que no tenga sentido para algunas personas, así que lo explicaré. Si de verdad amamos, nos gozamos, tenemos paz, somos pacientes, benignos, bondadosos, y tenemos fe, mansedumbre y templanza, la obediencia a Dios será natural. No necesitaremos un mandamiento que diga "no matarás", porque si amamos, no vamos a matar. La voluntad de Dios fluirá naturalmente en nuestras vidas.
ENTONCES, ¿PARA QUÉ SIRVE EL ANTIGUO TESTAMENTO?
Quizás te estás haciendo esta pregunta, y tendría sentido que lo hagas. Si ya no hay que seguir la ley de Moisés, ¿para qué voy a leer el Antiguo Testamento? Es una pregunta válida, y antes de responderla, quiero que leas un versículo muy importante que no solo fortalece el argumento que hago mediante este artículo, sino que también nos da una razón para seguir leyendo el Antiguo Testamento: "La ley es sólo una sombra de los bienes venideros, y no la presencia misma de estas realidades. Por eso nunca puede, mediante los mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año, hacer perfectos a los que adoran" (Hebreos 10:1, NVI). Es posible que después de leer este versículo, se haya más bien fortalecido la duda de para qué se debe seguir leyendo, pero voy a explicar. Cuando se refiere a sombras, eso significa que lo que vemos en la ley de Moisés tienen un significado mayor de lo que los judíos entendieron. La ley manda a observar un día de reposo. Sin embargo, el pueblo de Israel nunca entró en el reposo de Dios (Hebreos 3:11), pero ahora tenemos un reposo continuo en Jesús (Mateo 11:28-29). Si entendemos el reposo de la ley, entenderemos mejor el reposo que disfrutamos hoy.
Otra razón por la que no debemos dejar de leer el Antiguo Testamento es que lo que ahí está escrito nos deja grandes enseñanzas. 1 Corintios 10:11 dice lo siguiente: "Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra" NVI. Hay mucho que podemos aprender de toda esa parte de la Biblia. Además que hay muchas promesas e incluso bendiciones que podemos encontrar, así que aunque no haya que seguir la ley de Moisés, no debemos dejar de leer.
NO DEBEMOS MEZCLAR LOS DOS PACTOS
No podemos tomar algunas partes y dejar otras por fuera. Si quieres seguir la ley de Moisés, tienes que seguirla toda. Eso significa que debes guardar el día de reposo, hacer sacrificios, abstenerte de comer ciertas carnes, si eres varón, tienes que circuncidarte, y muchas cosas más. Si rompes un solo mandamiento, estás rompiendo toda la ley. Pero es imposible seguirla toda, y ya vimos que ni siquiera es necesario, así que no mezclemos. Muchas veces se hace una mezcla de los dos pactos de Dios, y eso no debe ser así.
CONCLUSIÓN
Es muy importante que tomemos en cuenta los aspectos que se mencionan en este artículo. Debemos escudriñar las escrituras para saber qué es lo que quiere Dios para nuestras vidas, y al escudriñar, nos damos cuenta de que ya no debemos seguir la ley de Moisés, ya que solo eran sombras. Estamos en un pacto nuevo, con un nuevo sacerdocio, y con ese nuevo sacerdocio tenemos un cambio de ley. Por tanto, tenemos que seguir el nuevo pacto, y no el viejo, ni tampoco una mezcla de los dos.
Escrito por,
Paul D. Gutiérrez Covey