Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo.
Efesios 4:11-12 NVI
En estos versículos que acabamos de leer, nos damos cuenta de los diferentes ministerios que Dios ha establecido para guiar a los hijos de Dios, para que todos seamos edificados. Las personas que sirven en estos ministerios nos ayudan, nos capacitan, y nos edifican. Todos son importantes y necesesarios, pero hoy quisiera detenerme a hablar de uno en especial, que es el pastorado. Algunos piensan que el ministerio del pastorado es de poco importancia, y que no hay que pensar mucho en eso. Sin embargo, en Efesios 4:11 nos podemos ver que este ministerio fue constituído por Dios, lo cual significa que debemos tomarle mucha importancia, y entender más acerca de lo que debemos hacer con respecto al apoyo al pastorado.
DEBEMOS RESPETAR AL PASTOR
Si el pastorado fue constituído por Dios, debemos respetar eso; y eso significa respetar a los pastores. Esto no significa que tenemos que venerarlos ni nada por el estilo, pero hay muchas formas en las que debemos respetarlos, como veremos a continuación. Hebreos 13: 17 dice lo siguiente: "Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho". Dios los constituyó para capacitarnos y edificarno, lo cual significa que son nuestras autoridades, así que debemos obedecerlos. Esto no significa que debemos obedecerlos a ciegas. Han habido pasotres que se pastorean a sí mismos y engañan a la congregación. Por eso hay que buscar en las escrituras para ver que lo que el pastor dice está bien. Pero si es así, entonces debemos obedecer. Un pastor que de verdad pastorea guiado por Dios no va a pedirnos que haga algo que no sea para nuestro provecho, así que para nuestro propio bien debemos obedecer.
Otra forma de obedecer al pastor es evitar hablar mal de él. Nadie es perfecto, así que el pastor va a cometer errores, ya que todos los cometemos. Sin embargo, si alguien se da cuenta de que el pastor cometió un error, no debe hablar mal de él por eso, ni debe hablar con los demás acerca del error que cometió el pastor. Lo que debe hacer es hablar con él y hacerlo saber que lo que hizo fue un error. Tampoco debemos criticar al pastor. Muchas veces no estamos de acuerdo con las decisiones que toma el pastor, pero muchas veces tampoco entendemos las circunstancias bajo las cuales se toman las decisiones, o si fue incluso el mismo Espíritu Santo que guió al pastor para tomar dichas decisiones. Podemos hablar con él y preguntar por qué, o incluso dar nuestro punto de vista acerca de por qué creemos que no fue una buena decisión, pero nunca debemos criticarlo por lo que hace.
DEBEMOS ORAR POR EL PASTOR
Si realmente queremos apoyar a nuestro pastor, es muy importante que siempre oremos por él. En Romanos 15:30, el apóstol Pablo hizo una petición que fue la siguiente: "Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se unan conmigo en esta lucha y que oren a Dios por mí". Pablo no era pastor, pero sí era una autoridad para la iglesia, y él pidió oración por él mismo. De la misma forma que la iglesia oraba por Pablo, que era su autoridad espiritual, nosotros también debemos orar por el pastor que Dios ha puesto para guiarnos. Todos los días debemos pedir fervientemente para que Dios lo use, ya que él tiene una gran responsabilidad, y necesita que Dios lo guíe para poder tomar las mejores decisiones y enseñar la verdad como Dios quiere que lo enseñe. Pero al orar por el pastor, no debemos pensar solamente en términos de su ministerio; también es importante que oremos por él y su familia a nivel personal. Debemos orar para que Dios lo bendiga grandemente en su ministerio y en su vida personal, para que siga firme en los caminos de Dios, y que sea prosperado en todos sentidos.
DEBEMOS HONRARLO DE FORMA MATERIAL
Éste es un punto de mucha controversia entre muchos cristianos, ya que muchos piensan que no se debe dar nada al pastor, ya que él debe ganarse el sueldo trabajando en algo más. Sin embargo, ¡este pensamiento es totalmente antibíblico! Lucas 10:7 dice "porque el trabajador tiene derecho a su sueldo". Este versículo hace referencia a los que trabajan en la obra. Vea que Cristo no dijo que tienen que trabajar en la obra, y que al mismo tiempo buscaran un trabajo para poder comer y beber, y comprar lo que necesitan. Eso es porque el que realmente trabaja en algo así debe trabajar así a tiempo completo. Un pastor debe estar disponible siempre, ya que su trabajo no es solamente cuando hay reunión (lo que muchos llaman culto), sino que entre semana, cuando no hay ninguna actividad en la iglesia, hay mucho que hacer. Imagínate que entre semana tienes un gran problema y necesitas oración y consejería. Vas a la casa pastoral, pero te dicen que el pastor está trabajando. Eso es uno de los muchos casos de problemas que podrían resultar si el pastor no trabaja a tiempo completo en la obra de Dios.
Entonces, si el pastor no debe buscar un trabajo remunerado, ¿cómo debe comprar lo que necesita? Pues la respuesta es muy simple: la iglesia debe encargarse de que el pastor tenga los fondos necesarios para poder vivir tranquilamente. Si Dios nos ha bendecido con trabajo, no es para que disfrutemos de nuestro sueldo para nosotros nada más, sino que la Biblia nos manda a dar también, y una de las personas a quienes debemos dar es al pastor. Hay muchas personas pobres que vemos en la calle que necesitan de nuestra ayuda. Es bueno que ayudemos a esas personas, pero al hacer eso, no debemos dejar de lado la responsabilidad que tenemos con nuestro pastor, ya que Dios lo puso en donde está, y debemos apoyar lo que Dios hace.
CONCLUSIÓN
Como pudimos ver en esta enseñanza, es muy importante apoyar al pastor, ya que el pastorado fue constituido por Dios. El apoyo al pastorado es de mucha importancia, y debemos entender de qué forma lo podemos hacer. Debemos obedecer al pastor, ya que él es nuestra autoridad. Está claro que si lo que el pastor nos pide es algo contrario a lo que dice la Biblia, no debemos obedecer. Pero aparte de eso, si es un verdadero pastor, debemos obedecer. Luego, debemos orar por el pastor en todo momento, ya que ellos necesitan la bendición y dirección de Dios en el ministerio, y en sus vidas personales. Por último, debemos honrarlo de forma material, para que pueda recibir el salario digno del trabajo que hace para Dios. Con estos tres puntos en mente, el apoyo al pastorado su vuelve algo simple.
Escrito por,
Paul D. Gutiérrez Covey